Artículos de Arte
Faber est suae quisque fortunae
La pintura Paubhā
Un paubhā es un tipo de pintura religiosa tradicional del pueblo Newar que habita el valle de Kathmandu, en Nepal. Los paubhās son utilizados para ayudar en la meditación de un practicante. Es el equivalente al tibetano thangka. Suelen tener forma rectangular y se preparan con algodón tejido especialmente para ajustarse a las dimensiones requeridas para cada pintura. A diferencia de la thangka tibetana, la paubhā newari suele ser de tamaño uniforme, mientras que los tibetanos suelen fabricar thangkas enormes para ceremonias, como en el monasterio de Tashilhumpo o el templo de Jokhang en Tíbet, o en Paro, Bután.
En cuanto a la temática, los paubhās suelen representar imágenes de divinidades importantes, maņdalas y monumentos rodeados de diversas figuras. Estas pinturas se crean sobre todo por monjes. Se utilizan como ayuda para la meditación. En los primeros tiempos de la pintura paubhā, tanto los mecenas como los artistas estaban motivados por motivos espirituales. Los budistas newari encargaban pinturas paubhā para hacer méritos y se exhibían en ocasiones especiales. Las pinturas, que servían de ayuda en la meditación, se colgaban en los altares privados, en los templos y en los monasterios. Por ejemplo, un gran paubhā, dedicado a Mahā Mañjuśrī, colgaba de las paredes de Hiraṇyavarņa Mahāvihāra. En la actualidad, esta tradición de exponer paubhās está en peligro debido al aumento del robo, la contaminación y la comercialización.
Es difícil determinar cuándo y dónde se originó la pintura paubhā, debido a la falta de pinturas paubhā tempranas en Nepal. Lain Singh Bangdel, la autoridad más veterana en arte nepalí, afirma con seguridad que los artistas newari fueron los pioneros de la pintura paubhā. Mediante un análisis de la de la evolución histórica de las relaciones entre Nepal y el Tíbet, encontramos pruebas que apoyan su afirmación. La mayoría de las primeras pinturas thangka del Tíbet parecen haber recibido una fuerte influencia del estilo nepalí, asemejándose a estilos pictóricos encontrados en los manuscritos del Aṣṭasāhasrikā Prajñāpāramitā Sūtra
Hasta ahora no disponemos de pinturas nepalís de paubhā anteriores al siglo XII. La mayoría de las pinturas paubhā antiguas no se conservan en Nepal, sino en museos americanos y europeos. Se cree que la pintura del Buda Amitabha en el Museo del Condado de Los Ángeles es la pintura nepalí paubhā más antigua. Aunque la pintura no está fechada, su estilo se asemeja al de las pinturas manuscritas del Aṣṭasāhasrikā Prajñāpāramitā Sūtra (1015 d.C.). Del mismo estilo es el paubhā de Ratnasambhava, también en el Museo del Condado de Los Ángeles (principios del siglo XII).
Izquierda: Paubhā del Buda Ratnasambhava, hacia 1100-1125, Tibet central, Los Angeles County Museum of Art Derecha: Paubhā de Tara Verde, hacia 1260, Cleveland Museum of Art
- Tara Verde (h.1260 d.C.) Cleveland Museum of Art
- Vasudhārā maņdala (h.1365)
- Sūrya maņdala (1379 d.C.)
- Viṣṇu maņdala (1420 d.C.)
- Esposa de Vanaratna distribuyendo limosna (h.1469 d.C.)
- Cakrasaṃvara maņdala (1475 d.C.) Los Angeles County Museum of Art
- Vasudhārā maņdala (h.1495 d.C.) The Walters Art Museum, Baltimore
- Amoghpasa maņdala (h.1542 d.C.)
- Uṣṇīṣavijayā (h. siglo XVI), Patān Museum
- Complejo de Swayambhunath (h. siglo XVII d.C.)
Los ejemplares mencionados se cuentan entre los mejores ejemplos de pintura newari anterior al siglo XVII. Las pinturas paubhā no se limitan a temas budistas; también hay algunas pinturas de temas hindúes, como son dos de la pinturas mencionadas más arriba: Viṣṇu maņdala (fechada en 1420 d.C.) y Sūrya maņdala (fechada en 1379 d.C.).
La tradición Newar de exponer paubhās, mencionada anteriormente, tiene lugar durante varios días durante la ceremonia Bahidyo Boyegu, que se celebra en el mes de julio-agosto. Durante este periodo, varios vihāras o baha o bahi de Kathmandu y Lalitpur (Patān) exhiben sus paubhās para el culto comunitario. Pero en los últimos tiempos, la amenaza de robo y tráfico de arte ha hecho que los propietarios de estas paubhās duden en exponerlas. El resultado es que la tradición de exponerlas se ha interrumpido en la mayoría de las vihāras.
He aquí algunos ejemplos de paubhās expuestas antiguamente en Patān y Kathmandu.
Surascandra Mahāvihāra en Nhayakan Bahi, paubhā que representa a Shilu Tirtha
Hiraṇyavarṇa Mahāvihāra en Kwa Baha, gran paubhā que representa a Mañju Vajrā
Gopichandra Mahāvihāra en Patān, paubhā representando a Sakyamuni con una hueste de bhikşhus, yakşhas, gandharvas y otros rindiendo homenaje, 1437 d.C.
Hoy en día, cuando la pintura thangka tibetana se ha hecho muy popular en el mercado mundial, y se habla de thangka, se piensa en las thangkas tibetanas, en tanto que la gente no sabe nada sobre la pintura newari, sus rasgos característicos, y la singularidad de la pintura paubhā. Es muy importante conocer las características de la pintura newari para los artistas nepalís que desean preservar la pintura paubhā como un estilo propio e independiente. Aunque en sus inicios la pintura de la thangka tibetana estuvo muy influida por el estilo nepalí, después del siglo XVI comenzaron a aparecer marcadas diferencias entre ambos estilos.
Izquierda: Paubhā de Vasudhārā maņdala, hacia 1365, Nepal Derecha: Paubhā de Viṣṇu maņdala, 1420 d.C., Nepal
Diferencia entre la pintura paubhā nepalí y la pintura de la thangka tibetana
El estilo newar posterior al siglo XIII reflejaba la evolución de la pintura manuscrita ilustrada, que venía de una tradición anterior, que databa del siglo XI; el estilo newar cambió poco hasta el siglo XVII.
Una de las características especiales del Paubhā newari es que la figura central ocupa un marco con forma de arco elaborado o torana dvara, formado por la cabeza de un Garuḍa, un Tsepu o un Kīrtimukha, una criatura mítica de Nepal, que sostiene dos serpientes. Está rodeada de figuras secundarias mucho más pequeñas.
El profuso uso del color rojo en un tono más suave que el del rojo utilizado por los tibetanos.
Los diseños en el aura de la deidad principal son mucho más sencillos que en las pinturas tibetanas.
El fondo está lleno de flores y plantas rastreras en las primeras pinturas newari.
Los espacios en blanco del fondo contienen diseños sencillos de flores y hojas largas.
Las deidades están pintadas con dibujos de líneas finas en las pinturas newari.
Las flores blancas, las hojas grandes, las montañas, las stūpas, las nubes, los templos y monasterios se dan en las escenas de fondo de las composiciones tibetanas, mientras que en las primeras pinturas newari no había elementos de fondo.
La superficie pintada está dividida en secciones. En la parte superior, más grande, están representadas las divinidades de la montaña y sus acólitos, mientras que la parte inferior suele ser más pequeña y está llena de representaciones de patrocinadores o donantes. También se separa gráficamente a las mujeres de los hombres, cada uno de los cuales aparece a los lados opuestos de la divinidad central o del fuego sacrificial. Esta agrupación por sexos es característica de la pintura newari.
Sólo a partir de los siglos XVII-XVIII, los artistas nepalís comienzan a pintar escenas de fondo.
La representación de la expresión de ira de las deidades tántricas es más vigorosa en las pinturas tibetanas que en las nepalís.
Los pintores permanecen en el anonimato.
Las influencias pictóricas Rajput y mogolas no aparecen hasta el siglo XVII.
Las nubes chinas rizadas redondean la representación de los motivos decorativos en el siglo XVIII.
Izquierda: Paubhā de Cakrasaṃvara maņdala, 1475, Nepal, Los Angeles County Museum of Art Derecha: Paubhā de Vasudhārā maņdala, hacia 1495, Nepal, The Walters Art Museum, Baltimore
El método de pintura paubhā en Nepal
Un pasaje de un importante texto tántrico, el Mañjuśrīmūlakalpa, que data del siglo III d.C. describe un método para pintar:
"La tela debe ser tejida por una virgen pura, y su preparación va acompañada de un laborioso ritual. Un oficiante (sādhaka o ācārya), que puede realizar el trabajo él mismo o contratar a un pintor que trabaje bajo su dirección, dirige el proceso. Deben utilizarse colores puros. El pintor, debe trabajar sólo desde el amanecer hasta el mediodía: sentado en un cojín o en la hierba kusha, mirando al este, su inteligencia despierta, su mente dirigida hacia los Budas y Bodhisattvas: coge en su mano un pincel delicado (vartika) y comienza a pintar. Después de pintar las divinidades prescritas, etc., deberá representar al oficiante en una esquina del lienzo, de acuerdo con su aspecto y atuendo reales, con la cabeza inclinada." (Traducción: A.K.Coomaraswamy).
Esta es la descripción más antigua que se conoce del proceso de pintar una tela, y tiene una gran afinidad con el proceso básico de la pintura paubhā.
En el tantra Hevajra,
el método de pintar deidades iracundas se describe así:
"Bhagavān (epíteto del dios supremo) dijo: Un retrato de aspecto feroz debe ser pintado con los cinco colores que se colocan en una calavera por un pintor que siga la observancia del voto o bien por un practicante que siga el voto. El gran retrato debe pintarse con un pincel hecho de pelo de un cadáver. Tanto la que hila el hilo como la que teje el lienzo para el cuadro deben ser doncellas que, al practicar el poder de la observancia del voto, sean guardianas del mismo.
El cuadro debe ser pintado al mediodía en el decimocuarto día de la fase oscura de la luna en una casa solitaria, asumiendo un estado feroz propio bebiendo algún licor. Estando desnudo y adornando el cuerpo con ornamentos de hueso, el yogui debe catar las ofrendas sacramentales que convencionalmente se consideran impuras. Debe comenzar a pintar después de colocar a su lado izquierdo a su propia consorte que es bella, misericordiosa, dotada de gracia y juventud, llegada a la mayoría de edad y que lava al practicante" (Traducción: Farrow y Menon)
Se dice que en el monasterio de Nalanda, los monjes solían pintar temas religiosos sobre tela. El Dr. Anjan Chakravarty cita un relato chino sobre la tradición de pintar Pattachitra en 1167:
"En la India, en el templo de Nalanda, los monjes pintan muchos Budas y Bodhisattvas utilizando el algodón de occidente. Los rasgos de sus Budas son muy diferentes de los chinos; los ojos son más grandes, y las bocas y orejas tienen formas curiosas; las figuras llevan fajas y el hombro derecho desnudo, y están sentadas o de pie; el artista comienza dibujando los cinco órganos en la parte posterior del cuadro; en el otro lado pinta la figura en colores, utilizando oro o bermellón como fondo. Se oponen a la cola de buey (probablemente un medio preparado a partir de piel de búfalo) por ser demasiado perceptible, y usan la goma de melocotonero mezclada con el jugo del sauce, que es muy fuerte, pero bastante desconocida en China" (Traducción: H.A.Giles)
Afortunadamente, en Nepal y el Tíbet, este tipo de tradición pictórica continuó sin interrupción y encontró un lugar acogedor incluso cuando la tradición estaba desapareciendo por completo de su tierra natal.
Bibliografía
Śākya, M., Sacred Art of Nepal: Nepalese Paubhā Paintings, Ed. Handicraft Association of Nepal, Kathmandu, 2000
Publicado en Febrero 2024 © Ramón Muñoz López